Hay una gran diferencia en luchar por una independencia,
contra una opresión, contra un enemigo que intenta quitarnos la paz; que luchar
contra los que infunden un terrorismo silencioso para vulnerar libertadas,
oprimiendo de una manera intelectual para acallar al mismo intelectualismo, haciendo
que las personas estén temerosas de lo que les va a pasar, manejando estadísticas
y números para sesgar a las familias, a los grupos religiosos, a las
fundaciones, a los comercios, a las iglesias. ¿A caso no nos damos cuenta que
nuestro enemigo invisible (como lo llaman a esta pandemia) no es el virus sino
la misma cuarentena impuesta por los que dicen que van a combatir el virus? El
enemigo no es el virus, sino la vulnerabilidad de nuestras libertades en pos de
una causa que ni siquiera sabemos si está bien manejada. Somos presos del
silencio como hormigas que se están dejando comer muy lentamente.
Esto no se trata de
aperturas de fronteras o de libertinaje masivo para propagar el contagio, se
trata de lógica racional, si hay enfermos que sea la cuarentena para ellos. De
pronto para combatir el virus encerramos a las familias y se liberan presos por la misma causa que se
nos encierran. Y mañana seré encerrado yo por opinar de esta forma en la misma prisión
donde liberaron a los que con justa causa estaban presos.
Esto es sumamente
irracional, están devastando las arcas familiares, de las fundaciones, de los comercios
de las pymes, se están vaciando estas cajas para que luego estén en quiebras y
seamos más dependientes de un estado que no solo nos vacio de libertad sino que
nos vacio los bolsillos. Y peor aún, intentan vaciarnos de nuestro cristianismo.
No existe un cuerpo
de Cristo activo sin miembros que se reúnan, algunos dirán que el cuerpo es
espiritual y que de forma online podemos seguir siendo la iglesia. Eso es una embustería
más grande que esta pandemia. No recuerdan que hombres y mujeres dejaron sus
vidas por estar reunidos y propagar el Evangelio en tiempos donde hacerlo era
casi un suicidio, pero lo hicieron para que tú y yo hoy estemos activos en
Cristo y no encerrados en nuestra comodidad. Y que hacemos para honrar esta
lucha? saben que hacemos, nos encerramos con el mismo miedo que nos encerraríamos
si hubiese una persecución. Yo pregunto, ¿¡DONDE ESTA TU CRISTIANISMO, DONDE TU
CRISTO!?
Enserio están pensando en reuniones virtuales y en predicaciones
online? Hacer esto es ceder al a las elite el control de lo que se dice o lo
que se predica, ellos sabrán bien lo que hacemos y lo que no, pero estar
reunidos juntos es quitarles esa inteligencia que intentan hacer sobre nosotros.
Esto no es una lucha
donde oramos para que los ángeles combatan el virus y nos den de nuevo esa
libertad que teníamos antes de esto, esto es estar activos para seguir siendo
la iglesia. Nosotros somos
COLABORADORES DE DIOS como está escrito en 1°Corintios 3:9, entonces
colaboremos con la causa no dejando que se sigan encerrando nuestras
convicciones e ideales cristianos
Pensar así no es
imprudente, es un derecho constitucional, no estoy negando el virus, me estoy
negando a perder mi libertad por el mismo virus que dice que matara mis
derechos, o más bien por las decisiones del estado en contra de mi persona, de
mi Cristianismo, de mi libre expresión.
Algunos dirán ¿pero, si no estamos siendo perseguidos? A No? Eso crees? Donde estas ahora,
encerrado, libre, ejerciendo tus derechos? Vamos no nos engañemos, en otros
tiempos los que hacían cuarentena eran los enfermos no los sanos.
No es una crítica al
virus, es una objeción al estado, a la nación, a los que nos tienen encerrados
por más de 40 días ya. Sin partimiento del pan, sin beber el vino. Sin tomarnos
las manos y orar unidos.
El daño ya esta
hecho, pero la voz de los que aun no queremos sujetarnos a tamaña represión silenciosa
decimos, ES HORA DE DESPERTAR Y SER LA IGLESIA.
El kerux.