Hasta el día de hoy hay muchos cristianos o los que dicen
ser cristianos (aquí equivale a evangélicos) que les gustan los eventos
sociales de cualquier índole, no importando que tanto este relacionado con
festejos mundanos de caracteres patrióticos, políticos, religiosos, o
mundanos de cualquier tipo.
Hay evangélicos que hasta
participan de festividades ecuménicas, comiendo y bebiendo en ellas sin
importarle nada, se escudan ellos mismos en eso de “yo solo vengo a comer lo
que pongan en la mesa, sin importar que tipo de fiesta sea”. Pero a la verdad
estas cosas deben de ser observadas.
¿Puede un cristiano ir a eventos sociales
mundanos?
A la verdad puede, pero no debería, ya que los eventos
mundanos llevan en si prácticas mundanas y conversaciones inapropiadas que
corrompen las buenas costumbres cristianas. (1° Cr 15:33)
Si un cristiano
genuino participa en una fiesta mundana donde hay comidas, bebidas, bailes y
demás jolgorios, va a sentirse entorpecido por estas acciones, debido a que
será aturdido por el accionar de las demás personas que no piensan como él. Así
que debe elegir, comportarse como los mundanos, comer y beber y bailar escudándose
en que tenemos también derecho a disfrutar de la vida, o simplemente el clásico
COMO Y ME VOY, o mejor aun NO IR.
Si de festividad se
trata, las escrituras nos relatan la asistencia de Jesús y sus discípulos a las
bodas de Cana. Hay que aclarar que Jesús asistió a
una boda JUDÍA en Cana, no era una boda PERSA, NI GRIEGA, NI ROMANA, era una
boda JUDÍA, por tanto los que estaban allí eran JUDÍOS y no gentiles.
Recalco esto porque
muchos piensan que así como Jesús fue a las bodas de Cana de Galilea, ellos
pueden ir a a cuantas fiestas les inviten sus parientes o allegados mundanos.
Pero la realidad es que aquí en las bodas de Cana solo había judíos, es algo así
como un casamiento de un hermano de la congregación, donde estaremos en un
festejo signado por conductas
cristianas, comida, charlas, momentos alegres con los novios, palabras de
familiares, y aunque haya parientes mundanos, son estos mundanos los que tendrán
que aguantar las practicas del festejo cristiano.
Porque las bodas de
los hijos de Dios no deben ser como la de los mundanos. Del mismo modo, las
bodas de los judíos tenían una práctica, la cual difería en gran manera de las
bodas de los gentiles.
Una cosa es que vayas
a un evento de tus pares cristianos y otra muy distinta que te hagas participe
de fiestas mundanas que para nada aprovechan y solo aturden con su música y sus
bailes.
Bien, las escrituras
nos enseñan a que si alguien nos invita (que no sea cristiano) a comer a su
casa o a un evento, que si queremos podemos ir, y que comamos de todo lo que se
ponga en la mesa, sin preguntar qué o como.( 1° Cr 10:27-33)
Una práctica apropiada
seria ir si nos invitan, comer y luego antes del baile, irnos, la popular PÁJARO
QUE COMIÓ VOLÓ.
Ahora, ¿qué pasaría
si el que te invito declara que esa fiesta es en honor a un ídolo de barro católico y que esa comida esta dedica a ese ídolo? De pronto la celebración pasa de ser
una comida a ser una festividad religiosa y de algún modo ecuménica, ya que en
la fiesta no solo estas tu que eres cristiano genuino, sino que también hay evangélicos,
católicos, mormones, budistas, mahometanos y hasta algún que otro musulmán.
¿Qué hacer ante tremenda
declaración? Pues es simple, levantarse e irse y no comer. NO PORQUE EL ÍDOLO
SEA ALGO O ALGO LOS SANTUCHOS CATÓLICOS, sino para que los demás no digan-¿ves,
el también come del sacrificio a nuestras imágenes sin prejuicio y si él lo
hace, pues yo también? ¿Y que si de pronto te sacan una foto en la fiesta y la
publican en facebook? todos te verán en la fiesta religiosa comiendo de la
comida dedicada a los ídolos, y dirán – entonces podemos ser como los otros y
festejar y soportar sus ídolos y aun mas, unirnos con ellos en ecumenismo.
Tu conciencia tal vez
este plena, ya que el ídolo ni las deidades católicas no son nada y nada te
hacen, pues tu conciencia no ha sido perturbada, porque de Jesús es la tierra y
su plenitud. Ni si quiera has cometido pecado ni sacrilegio al estar, pero no
es por tu conciencia, sino por la conciencia de quienes siendo más débiles te
ven y no pueden asimilar dicha información, ya que aun el dueño de la fiesta vera
que tu apruebas el estar allí y QUE PUEDES COMPARTIR EL PLATO DEDICADO A
SU DIOS, ¡¡¡¡¡CUIDADO!!!! (1° Cr 10:20-21)
Es mejor no ser
participes de estas celebraciones mundanas, que son en sí celebraciones satánicas,
pues lo que no es de Jesús y con Jesús, contra Jesús es.
Así que es mejor no
ir a ninguna fiesta mundana, ni bautismos católicos, ni sus tontas comuniones
ni confirmaciones, ni sus bodas ni sus fiestas de cumpleaños, porque estas siempre
tienen un oficio religioso, o un ídolo al quien están dedicados. Y si así no
es, igual las fiestas mundanas están dedicadas a la carnalidad.
A menudo veo fotos de
evangélicos que están en templos
católicos, por motivos de casamientos o fiestas similares, escudándose
en eso de “es mi pariente no podía fallar,
es solo cortesía lo que hice” está bien, pero ESTAS EN UN TEMPLO SATÁNICO”
y ¿que tienen en común la luz y las tinieblas?
NO VAYAS A FIESTAS MUNDANAS, MENOS A LAS RELIGIOSAS DE CUALQUIER ÍNDOLE ¡SE
LEAL AL REINO DE JESÚS!
Además en una fiesta
mundana hay de todo, lesbianas, homosexuales, drogadictos, pedófilos, parientes
con causas por robo y hurto etc. Y aunque las escrituras nos dicen que Jesús fue
acusado de comer con pecadores, sin embargo hay que aclarar que los que estaban con Jesús,
si en otros tiempos fueron pecadores y borrachos o ladrones o lo que sea, pues
habían dejado de serlo, ya que Jesús no estaría en casa de personas que
diciendo que creen en él no cambian su
vida radicalmente, Zaqueo es un vivo ejemplo de cambio radical.
Pero en una fiesta
mundana difícilmente los que están allí estén arrepentidos de lo que son, así
que mejor no estar en esos lugares. No
se puede beber de la copa de Jesús y la de los demonios. (Efe. 5:1-7)
¿Y LOS EVENTOS
PATRIOS Y NACIONALISTAS?
Nosotros no somos de
este mundo, si realmente hemos creído en Jesús, pues estamos en la luz y pasamos ya de
este mundo oscuro al reino de la luz (1° Ts. 5:5) (Ef. 5:8) no tenemos nada que
ver con los estados y las naciones, ni sus gobernantes ni sus políticos ni sus próceres
patrios ni sus libertadores.
Al ser extranjeros y
peregrinos en este mundo, no debemos lealtad a una bandera o una nación, solo
el obedecer sus leyes y cumplirlas, siempre y cuando estas no se opongan a la
ley suprema del reino de JESÚS. (1° Ped. 2:11-17)
No estamos obligados honrar banderas ni próceres patrios de
ninguna nación. Pero tampoco saldremos a quemar sus banderas o a romper sus insignias simbólicas.
Como cristianos
deberíamos evitar que nuestros hijos y aun nosotros participemos de estos actos
que solo generan gastos en la familia. Por lo general veo a las mujeres afanadas
en alquilar o confeccionar trajes caros
para que sus hijos salgan en actos patrios de 5 minutos. No le debemos lealtad más
que a Cristo, evitemos gastar para estas cosas innecesarias.
¿Y los eventos deportivos y competencias?
Hacer deporte es bueno, recrea la mente y oxigena el cuerpo,
pero para poco aprovecha en el reino de los cielos.
Podemos practicar el
deporte que queramos, pero si estos se transforman en una competencia que ocupa
nuestra mente y corazón despertando amor
por una camiseta o el club donde tenemos dicha actividad, entonces estamos en
un problema que se llama idolatría, estas cosas deben ser desechadas de
inmediato.
No hay ningún problema
en tener actividad física, el problema esta cuando esta actividad se transforma
en idolatría y vana competencia que nos quita de la vida cristiana normal. Un
deporte se puede hacer o no hacer, pero si amamos dicha actividad entonces
carecemos de lealtad hacia Jesús.
Un hijo de Dios no
debe hacer deporte por competencia, sino por recreación. No podemos tener nuestra
mira en premios ni coronas humanas
.
.
¿Y que de los hinchas de fútbol cristianos?
Primero, no existe el
hincha de fútbol cristiano, o eres de Cristo o del fútbol, o cantas para Cristo
o para tu equipo de fútbol. Lo ordinario y lo santo no concuerdan ni se
mezclan.
No hay ningún problema
en detenerse un momento a ver una
competencia, pero si la competencia te genera idolatría hacia un equipo
o un club, es mejor dejarlo de lado que cometer tal pecado. Recuerda que los
idolatras no entraran al reino de los cielos. (Col. 3:5) (1°Cr 10:7) (1° Cr
6:9)
Jesús no va a compartir tu vida con un burdo
cuadro de fútbol o de lo que sea. Debes decidir para quien será tu amor, si
para tu cuadro de fútbol, básquet, etc. o para Cristo. En este caso DEBES DEJAR DE SER
HINCHA DE FÚTBOL (o de cualquier deporte que demande dicha actitud)
Lo mismo es para los
que van a los estadios, el hecho de ir ya es una falta grande, Dios no está en
los estadios de fútbol, y nadie va a un estadio a ver un partido y tener
comunión con Dios. Van para encontrarse con el satánico dios del fútbol,
cantarle a él, ovacionarlo a él y entregarse a él ¡¡¡¡¡¡¡CUIDAD CON ESTA
IDOLATRÍA!!!!!!
¿Y las salidas y los
eventos culturales?
Ir al cine, a los museos y las exhibiciones artísticas lo
hace cualquiera y escuchar tocar una sinfónica es muy atractivo. Pero pagar
para ir a ovacionar y ver en vivo a cantantes musicales o grupos de rock o
folclore, es tan idolátrico como ir a la procesión católica que tienen los
Salteños en el mes de septiembre.
Y colgar posters de
cantantes y deportistas o lo que sea, es lo mismo que tener una escultura de la
virgen católica en tu habitación.
Eventos culturales
hay muchos, pero si estos van en contra de la visual cristina es mejor no estar
allí. Es más, sería mejor no tener ese deseo mundano de ir, ver, estar, pero
tampoco vamos a vivir en un frasco. Seria mejor salir de este mundo, pero no podemos, excepto que Jesús nos lleve, pero evoco aquello que Jesús dijo en su oración con respecto a los suyos "NO TE RUEGO QUE LO QUITES DEL MUNDO, SINO QUE LO GUARDES DE MAL.
PODEMOS DEGUSTAR
CUANTA COSA ESTE A NUESTRO ALCANCE, PERO DEBEMOS HACERLO CON EL CRITERIO
DEBIDO.
Nadie puede
prohibirte nada, el evangelio no es un sistema de prohibición, es una doctrina
de vida sometida a Cristo. Tu puedes hacer lo que te de la gana, pero un hijo
de Dios obedece a Jesús, se subordina a EL y cumple los mandamientos y con el trabajo que
le fue encomendado.
Muchas cosas son
licitas, pero solo convienen aquellas que de verdad edifican y no corrompen.
Si lo que estas por
hacer corrompe tu vida y va en contra del mandamiento y las buenas costumbres,
pues no vayas a tal o cual lugar. Una cosa es ir a una exhibición fotográfica
donde se exhiben paisajes naturales y hasta pagar para verlas y aun más, comprar
una de ellas; que ir a una exhibición de fotos de mujeres desnudas o de
animales apareándose. CUIDADO TUS OJITOS LO QUE VEN.
Como hijos de Dios y súbditos
del reino de los cielos, tenemos que caminar con integridad aun en aquellas
cosas que parecen ser de menor importancia, siempre haciendo todo para la
gloria de Jesús.
Ser la iglesia no es
solo un decir, es un trabajo diario en el reino para estar en comunión con todo
el cuerpo.
El Kerux.